Nuestro cutis va cambiando con el tiempo y existen tratamientos idóneos para cada edad. Pero, al margen de los años, es clave no olvidar:
- Mantener una correcta higiene diaria. Desmaquillar y/o limpiar cada día nuestro rostro es esencial.
- Así como la exfoliación semanal, que elimina las células muertas y activa la renovación celular.
- Hidratar la piel por dentro. El agua es esencial para mantener la piel siempre elástica y luminosa.
- Usar protección solar. El sol envejece. Protege tu rostro y las manos como mínimo con un factor de protección solar (FPS) 15.
- Luchar contra el estrés. Te perjudica porque provoca vaivenes hormonales que atacan la estabilidad y las defensas de la epidermis.
- Dormir lo suficiente. Tu piel trabaja cuando duermes, por eso el descanso es esencial para que se autorrepare de las agresiones diurnas. Duerme al menos 7 horas